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Optima97.com Optima 97.7 FM | La Gigante de Nagua
Debo confesar que, como apasionado de la tecnología de imagen y sonido, este es uno de los análisis que más ganas tenía de hacer este año. No por el producto en sí, sino por probar en primera persona uno de los paneles de mini-LED que, con el permiso de TCL y su nueva gama de 2026, están comenzando a popularizarse entre los televisores de gama media. Te puedo adelantar que el resultado me ha sorprendido en muchos aspectos, y ha confirmado mis temores en otros.
La tecnología mini-LED que Xiaomi ha integrado en este televisor ha subido un escalón en términos de calidad de imagen en el contexto de los televisores de gama media, pero la necesidad de mantener su precio bajo control, hace que las flaquezas sean más evidentes. Es una cuestión de contrastes. Algo que este panel MiniLED tiene de sobra.
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Xiaomi TV S Pro Mini LED 2026 55″ |
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pantalla |
QD-Mini LED 4K (3.840 x 2.160 píxeles) 144/288 Hz 94 % de DCI-P3 (typ) 408 zonas de atenuación Brillo pico: 1.700 nits 178° (H)/178° (V) Capa antirreflejos (1,8%) MEMC: 4K 120 Hz Dolby Vision, HDR10+, HLG, Filmmaker |
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Dimensiones y peso con la base |
1.225 x 330 x 780 mm 13 kilos |
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dimensiones sin la base |
1.225 x 71 x 709 mm 12,9 kilos |
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CPU |
Quad cortex A73 |
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GPU |
Mali-G52 (2EE) MC1 |
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MEMORIA RAM |
3 GB |
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ALMACENAMIENTO |
32 GB |
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conectividad inalámbrica |
Wi-Fi 6 Dual band 2,4/5 GHz Bluetooth 5.2 |
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puertos |
DVB-T2/C, DVB-S2 3x HDMI 2.1 (CEC ALLM VRR) eARC (HDMI 2) 1x USB 2.0 1x USB 3.0 Ethernet (LAN) CI+ Jack 3,5 mm Salida de audio digital óptica |
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potencia |
230W Consumo en standby: ≤ 0,5W |
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sistema operativo |
Google TV |
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SONIDO |
Altavoces: 2 x 15W Dolby Atmos Harman AudioEFX |
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otros |
Google Cast Google Assistant Apple AirPlay FreeSync Premium |
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precio |
El gran reto de Xiaomi ha sido diseñar un televisor con una buena relación calidad precio, tal y como hizo con el modelo del año pasado. Por eso, ha tenido que elegir con mucho cuidado qué batallas librar. Sin duda alguna, se nota que los materiales de construcción han sacrificado su parte del presupuesto, aunque Xiaomi ha sabido salvar los muebles con un diseño moderno y funcional.
La trasera tiene un diseño en el que se prima lo práctico sobre lo estético y marca un diseño en cuña desde el borde para intentar disimular el grosor del televisor. Recordamos que es un panel con retroiluminación y, por tanto, no se puede conseguir la delgadez extrema que lucen los OLED.
Con el objetivo de mejorar al máximo la refrigeración del panel y los componentes internos, se han aprovechado estas cuñas para integrar una rejilla que favorezca la circulación de aire fresco por la trasera del panel. Se han evitado las superficies planas aplicando un modelado ondulado para dar más consistencia a un plástico que, de otro modo, cedería y generaría vibraciones.

El frontal destaca por un delgado marco que protege el borde de la pantalla, pero remata recto al frente creando un borde poco brusco. La única excepción la encontramos en la parte inferior en la que se añade un perfil en color gris que aporta un toque más trabajado. Bajo este perfil, oculto en el borde inferior, encontramos el botón de encendido del televisor: el único botón del televisor.
A diferencia del modelo que se comercializa en China, las patas del televisor que hemos analizado no permiten ajustar la altura de la pantalla, optando por unas patas fijas de 330 mm ligeramente inclinadas que se montan fácilmente con un par de tornillos y dejan espacio suficiente bajo la pantalla para una barra de sonido.

A la hora de elegir el tamaño adecuado para este televisor es importante tener en cuenta ese detalle de las patas si se va a instalar el televisor sobre un mueble, ya que solo se pueden montar en esa posición y quedan en los extremos de la pantalla. Si el mueble no es lo suficientemente largo las patas quedarán fuera. Si optas por colgarlo en la pared, cuenta con compatibilidad para soportes VESA de 300 mm.
Algo que me ha gustado mucho de la trasera del Xiaomi TV S Pro es la gestión de cables. Mediante un canal longitudinal en el tercio inferior de la trasera y ayudado por una serie de grapas, el televisor de Xiaomi permite mantener el orden de los cables y conducirlos hasta la parte inferior del televisor evitando que queden colgando en la trasera.

En lo que Xiaomi no ha recortado en este modelo es en conectividad, que tanto a nivel de puertos como de redes inalámbricas planta cara a modelos de gamas superiores que duplican su precio. En el lateral izquierdo (mirando de frente la pantalla) se agrupan:
Además, cuenta con Wi-Fi 6 de doble banda, Bluetooth 5.2 y compatibilidad con Google Cast y Apple AirPlay.

El mando a distancia ofrece los mismos compromisos en los materiales que el televisor en su trasera, transmitiendo la sensación de estar fabricado en plástico barato. Basta con pulsar el botón de encendido del televisor para darte cuenta de que es un sacrificio asumible.
En el mando destacan los seis botones de acceso directo a Netflix, Amazon Prime Video y Youtube, además de a la selección de canales de LiveTV y Xiaomi TV+.
Me ha parecido muy útil la posibilidad de personalizar uno de esos botones (identificado con una estrella) para iniciar la app que prefieras, por ejemplo, puede configurarse para que inicie MovistarTV o cualquier plataforma de TV directamente desde ese botón.
No obstante, cabe señalar un pequeño error de diseño que me ha acompañado durante toda la prueba: los botones de navegación situados bajo el pad circular del mando (de Ajustes, Atrás e Inicio), están en la posición equivocada. Me explico.
Los botones de la discordia
No ha habido una sola vez en la que, de forma instintiva y sin mirar el mando, haya querido volver a la pantalla anterior a la que estaba usando estos botones, que no me haya confundido de botón presionando el que se encuentra a la izquierda (Ajustes) en lugar del central (Atrás).
Podría asumir que se trata de algún tipo de sesgo personal subconsciente que me lleva a pulsar instintivamente el botón izquierdo para volver atrás en lugar del central, pero es que a toda mi familia le ha pasado exactamente lo mismo. Tal vez años de costumbre con ese patrón en smartphones nos han hecho asociar el botón izquierdo a Atrás y este cambio de posición induce al error.

En cuanto al sistema operativo, Xiaomi ha optado por montar Google TV 14, lo cual siempre es un acierto. La navegación por los distintos menús de contenido es muy fluida gracias a los 3 GB y guarda en su manga el soporte del enorme abanico de aplicaciones y juegos, que podrás instalar en los 32 GB de almacenamiento que ofrece este modelo.
El único pero que le he encontrado es que, en ocasiones, se «despista» al salir de una aplicación y, en lugar de pasar a la pantalla de Inicio, vuelve de nuevo a la app de la que querías salir. No pasa siempre, pero me ha pasado en varias ocasiones.
Como es habitual, el asistente por voz de Google se activa manteniendo pulsado el botón del micrófono del mando, y permite controlar determinadas funciones básicas de control de volumen o acceder directamente a contenido de las plataformas de contenido instaladas.
Si Xiaomi ha puesto toda la carne en el asador en algún punto, sin duda ha sido en el panel Mini-LED que monta esta iteración de su S Pro MiniLED de 2026. La jugada le ha salido francamente bien.
El uso de una pantalla Mini-LED, sumado a la tecnología de nanocristales (Quantum Dot) crea una combinación de negros puros y brillo intenso que hasta hace poco solo podíamos encontrar en los modelos de gama alta que duplicaban (o triplicaban) el precio de este Xiaomi TV S Pro MiniLED de 2026. Sin embargo, si esta mejora no se acompaña de otros ajustes y calibraciones, el resultado muestra algunas flaquezas en cuanto a calidad de imagen. Vamos por partes.
Nos encontramos ante una pantalla con una matriz QD-MiniLED de iluminación directa equipada con 408 zonas de atenuación local para el modelo de 55″ que hemos probado, mientras que en los modelos de 65″ y 75″ se incrementan hasta las 532 zonas y las 704 zonas respectivamente.
Cada una de esas zonas de atenuación controla de forma independiente la intensidad del brillo, lo cual permite reducir de forma más eficiente la contaminación lumínica y separar mejor las zonas de la pantalla muy iluminada de las zonas más oscuras.
Los negros puros se confunden con la oscuridad en la esquina inferior derecha, y la atenuación local minimiza el blooming en la zona iluminada
Salvando las distancias, el resultado es un comportamiento similar al apagado de los diodos de los OLED, aunque a una escala menos precisa. Pero el nivel de mejora en la representación de negros es espectacular. Cuando se muestra una pantalla en negro, la sensación es de que la pantalla está apagada y no muestra un tono gris oscuro como sucede con los paneles LED.
El añadido de un filtro de nanocristales que permite filtrar y modular mejor la longitud de onda de la luz de los Mini-LEDs, devuelve unos colores más vivos y vibrantes que los paneles LED que acostumbraban a montar los televisores de menos de 700 euros. Por lo tanto, el salto cualitativo que implica la elección de este panel Mini-LED es considerable.

Xiaomi indica que la pantalla cuenta con un recubrimiento antirreflejos que reduce los brillos y reflejos que inciden sobre la pantalla para mejorar el confort visual. Durante la prueba el televisor ha estado instalado perpendicular a gran ventanal y, si bien es cierto que no conseguía dispersar todos los reflejos, sí conseguía controlarlos lo suficiente como para que no influyera en exceso en la calidad de imagen.
Parte de ese éxito recae sobre el nivel de brillo que entrega este televisor de Xiaomi. El fabricante de la matriz Mini-LED ha optimizado el difusor que cubre cada emisor LED, para reducir la dispersión de luz y dirigir un mayor porcentaje de luz hacia el panel. Eso tiene un efecto directo sobre el brillo, ofreciendo picos de hasta 1.700 nits.

Es cierto que no es la mejor cifra del mercado, sobre todo teniendo en cuenta que los nuevos paneles OLED de 2025, teóricamente menos brillantes que los paneles basados en LED, ya ofrecen brillos similares. Los paneles de gama alta, como el que monta el Sony Bravia 9, casi duplica el brillo del televisor de Xiaomi…pero también su precio.
No obstante, es un brillo más que suficiente para garantizar una buena representación de colores en contenidos HDR incluso en entornos muy luminosos como el que contaba de mi salón.
Las 408 zonas de atenuación local presentes en el modelo de 55″ que Xiaomi nos ha cedido permite un excelente contraste, alcanzando unos niveles de negro cercanos a los de la Samsung QD-OLED que habitualmente ocupa ese espacio frente a mi sofá. El S Pro MiniLED ha manteniendo un excelente control de la iluminación a la hora de aislar los puntos más brillantes para evitar el blooming (halo blanco alrededor de los puntos de luz brillante).
Matriz de subpíxeles con los que se controla la iluminación
¿Cómo lo consigue? pues con una estrategia muy similar a la de los paneles OLED: reduciendo la intensidad de brillo de los subpíxeles que forma cada píxel RGB, tal y como puedes observar en la foto.
Debo reconocer que el Xiaomi TV S Pro me ha sorprendido gratamente en este aspecto, que considero una de sus principales fortalezas, teniendo en cuenta que se trata de un televisor de gama media. Su capacidad para levantar detalles en escenas muy oscuras, manteniendo la profundidad de los negros, coloca a este panel a la altura de los que montan los televisores mini-LED de gamas superiores.

La colorimetría, en cambio, solo me ha parecido correcta. En los modos Estándar y FilmMaker he optado por personalizar la temperatura de color hacia un tono ligeramente más frío para ver contenidos en SDR (Standard Dynamic Range). También me ha parecido que el modo FilmMaker sacrificaba demasiado el brillo, por lo que preferí subirlo ligeramente con respecto al ajuste inicial.
A la hora de representar contenido en HDR el resultado mejora. Se representan unos tonos de piel más naturales, al tiempo que se mantiene la viveza en el resto de colores. El S Pro de Xiaomi ofrece compatibilidad con HLG, HDR10+ y Dolby Visión IQ, permitiendo seleccionar distintos perfiles de color cuando automáticamente se detecta una fuente de contenido HDR.

Dicho esto, ciertos detalles nos recuerdan que estamos ante un televisor de gama media. Por ejemplo, en algunas tomas hemos detectado algo de banding en la representación de degradados. Esto delata que, pese al buen comportamiento del control de la luz de este panel, tener una matriz con una profundidad de color de 8 bits + FRC le penaliza.
El recorte en el afinado del panel también se deja notar en su homogeneidad. Al presentar la pantalla totalmente en blanco se aprecia un ligero viñeteado en las esquinas, mientras que al ir avanzando por los tonos de gris se va haciendo más patente la aparición de sombras distribuidas por toda la pantalla, creando el efecto de «pantalla sucia».
A medida que va evolucionando hacia el negro, esas manchas desaparecen. No es algo que se aprecie en un uso normal viendo contenido, pero sí es apreciable, por ejemplo, en determinados menús del sistema.
Con los tonos grises se acentúa el efecto de «pantalla sucia» creando manchas por la homogeneidad del panel
También se echa de menos una mayor potencia de procesado en la nitidez y en el control de movimiento. El procesador Xiaomi Visual Engine Pro no es capaz de «limpiar» la imagen para mejorar la nitidez, y se nota que los algoritmos de IA en el ajuste del movimiento no están del todo pulidos, mostrando artefactos y falta de fluidez incluso con el control de movimiento en sus valores más bajos o completamente desactivado.
En términos de calidad de imagen y nitidez, esa falta de potencia en los algoritmos de procesado son las que más lastran el rendimiento de este televisor que, insisto, ofrece muy buena representación del color, contraste y brillo para ser un televisor de gama media.

Por otro lado, estamos ante un panel VA que, si bien contribuye a que su contraste alcance ese nivel, también le penaliza por sus reducidos ángulos de visión. Si vas a mirar la pantalla siempre desde una posición frontal esto no supone ningún problema.
Sin embargo, a medida que vayas perdiendo esa perpendicularidad y comiences a mirar la pantalla desde una posición más lateral, los colores se irán lavando y el contraste se irá diluyendo progresivamente.
El sonido es otro de los apartados en los que se nota que nos encontramos ante un televisor de gama media. Sin embargo, en este apartado no han hecho tantas concesiones como en la elección de materiales y han sacado oro del hardware que monta.
El Xiaomi TV S Pro MiniLED de 2026 llega con una pareja de altavoces de 15W instalados en el borde inferior de la pantalla.

La experiencia de uso que ofrecen estos altavoces cumple con creces cuando se trata de ver contenido de TV ya que ofrece un rango medio muy bien afinado que reproduce diálogos nítidos y un buen tratamiento de bajos que, sin pretensiones, se dibujan de forma nítida y sin distorsiones. Lo cual ya es mucho para un modelo de este rango de precio.
Obviamente, estamos ante una configuración muy básica a la que no se le puede pedir que represente una escena sonora envolvente, por mucho soporte para Dolby Atmos que ofrezca. No obstante, no han intentado aparentar lo que no es, siendo honestos al asumir el recorte en este apartado. Simplemente se han limitado a afinar al máximo el sonido para que suene lo mejor posible con los 30W de potencia que ofrece.

Con una fuente de sonido Dolby el sonido se oxigena un poco más, pero en ningún caso se acerca siquiera a una escena sonora que direccione el sonido. En mi opinión, el mejor resultado se obtiene activando el modo de sonido Harman AudioEFX. Creo que es la opción mejor afinada, permitiendo al usuario alguna personalización adicional.
A modo de resumen podemos decir que Xiaomi y Harman han hecho muy buen trabajo con su afinación, con un sonido que será suficiente para muchos usuarios que solo quieren ver la tele, pero es insuficiente para contenido de cine o series. Cualquier barra de sonido externa que se le instale aportará una mejora sustancial en este apartado.
En el apartado del gaming, el Xiaomi S Pro también cumple su cometido ofreciendo una buena experiencia gracias al soporte VRR (Variable refresh rate) con AMD Freesync Premium, ALLM (Auto Low Latency Mode) y una tasa de refresco nativa de 144 Hz que permite disfrutar de contenido 4K a 120 Hz gracias a sus puertos HDMI 2.1.
Además, permite ajustar un modo Juego en HDR para mejorar la calidad de imagen, y ajustar el nivel de negros para levantar más detalle en las zonas oscuras del juego. Esto sacrifica en buena parte la profundidad de los negros, pero evita que un enemigo te sorprenda al salir de las sombras.

En el menú de Imagen puede activarse la función Potenciación de juegos (Game Boost), que reconoce señales de entrada con alta tasa de refresco (HFR) y duplica la frecuencia de la pantalla hasta los 288 Hz mediante interpolación, aunque para conseguirlo es necesario sacrificar la resolución que se limitará a 1440p y no a 4K.
Para facilitar los ajustes mientras juegas, cuando se ha seleccionado el modo Juego en el menú de Imagen, se activa el panel de Juego. Un menú específico que simplifica el acceso a los modos de color, ajuste de tasa de refresco o a la personalización del brillo del panel sin tener que navegar por los distintos menús de ajuste.
El input lag se sitúa justo por debajo de los 5 ms, por lo que la respuesta durante el juego es inmediata en todos sus modos de imagen.
La Xiaomi TV S Pro MiniLED 2026 de 55 pulgadas consigue cumplir con creces su premisa de ofrecer una buena calidad de imagen manteniéndose en un rango de precio contenido. La llegada de los paneles Mini-LED a la gama media ha supuesto un enorme avance cualitativo, pero esa imposición en su precio hace que el televisor afronte una serie de compromisos.

En términos generales, este modelo ofrece una relación calidad-precio excelente y cumplirá con creces con las necesidades de la mayoría de usuarios con una buena representación de colores y soporte HDR. Los niveles de contraste y el brillo de la pantalla son, sin duda, los puntos fuertes de este televisor, pero hay ajustes de calidad que no lo hacen la mejor opción para quienes buscan la mejor experiencia con contenido cinematográfico.
El mayor compromiso lo encontramos en los materiales de fabricación, que es el aspecto que más nos acerca a los modelos de gama de entrada, pero nos parece un peaje totalmente asumible en pos de la calidad de imagen.
El sonido, en cambio, pese a las estrecheces presupuestarias, se ha resuelto de forma brillante. Si bien es cierto que monta unos altavoces con una potencia justita, el ajuste está muy bien resuelto ofreciendo un sonido modesto, pero sin distorsiones.
Sin duda, la propuesta que nos deja el Xiaomi TV S PRO MiniLED 2026 es un buen ejemplo de los dilemas a los que se enfrentarán los televisores de gama media durante 2026. Por el momento, Xiaomi lo ha aprobado con buena nota.
7,8
Este televisor ha sido cedido para este análisis por Xiaomi. Puedes consultar cómo hacemos las reviews en Xataka y nuestra política de relaciones con las empresas.
Más información: Xiaomi
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La noticia
Xiaomi TV S Pro MiniLED 2026: los malabarismos de querer ofrecer la calidad de un gama alta y el precio de un gama media
fue publicada originalmente en
Xataka
por
Rubén Andrés
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Escrito por Redacción Optima
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