‘Una película de Minecraft’ es mejor de lo que esperaba. Jason Momoa y Jack Black evitan que la adaptación del famoso videojuego sea un desastre

Durante muchos años se dijo que las películas basadas en videojuegos estaban poco menos que malditas y que parecía imposible hacer una buena. Esa idea ha ido perdiendo fuelle durante los últimos tiempos gracias a títulos estimables como ‘Pokémon: Detective Pikachu’, ‘Uncharted’, la trilogía de ‘Sonic’ o ‘Super Mario Bros. La Película’.

Ahora es el turno de ‘Una película de Minecraft’, el salto a la gran pantalla de una de las mayores sensaciones del mundo del videojuego. A su favor cuenta los millones de fans que tiene alrededor del mundo y que su popularidad sigue siendo altísima, pero ya veremos si eso le sirve a Warner para rentabilizar los 150 millones de dólares que ha costado. Por mi parte confieso que esperaba encontrarme con un desastre y que lo que me he encontrado tampoco está tan mal.

Una aventura de bajos vuelos

‘Una película de Minecraft’ tarda bien poco en dejar claro que su principal ambición es intentar replicar lo que consiguió ‘Super Mario Bros. La Película’, pero hay varios aspectos que sitúan a la segunda claramente por encima de la primera. El más destacado es el salto de la animación por la imagen real, lo cual limita lo que puede mostrar Jared Hess en el apartado visual.

Soy consciente de que las particularidades del universo de Minecraft ya juegan en su contra por ese lado, pero que esta película acaba jugando una y otra vez con los mismos elementos en lugar de dar rienda suelta a la imaginación. Aquí es como si la idea estuviera a un nivel similar al decepcionante tratamiento que se hacía de los universos alternativos en ‘Doctor Strange en el multiverso de las locuras’. De resultón no pasa en el mejor de los casos.

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Eso también obliga a que ‘Una película de Minecraft’ tenga que confiar en actores de carne y hueso, donde hay cosas que celebrar, pero también otras que impiden que la película realmente despegue. Por un lado, Jack Black y, sobre todo, Jason Momoa se nota mucho que están en modo pasárselo en grande y eso se traslada a sus personajes. No es que el guion les ofrezca un material de primera para lucirse, pero ellos sí que imprimen a la película esa energía que tanto necesita la aventura que nos está contando Hess.

Por otro hay decisiones un tanto incomprensibles. La más grave es el total pegote que supone el personaje de Jennifer Coolidge, ya que solo provoca baches de ritmo innecesarios para aportar situaciones de dudosa valía cómica. Y es una lástima que suceda eso con una actriz que ha demostrado tener sobrado talento para el humor, pero es que aquí sencillamente se convierte en una molestia. Tampoco puede decirse algo mucho mejor de Danielle Brooks, pero al menos su personaje tiene una condición de acompañante y ninguna vocación de acaparar el protagonismo.

En el caso de los dos actores más jóvenes es donde más queda al descubierto que estamos ante una pasatiempo puramente superficial. Sebastian Hansen aún tiene algún detalle que explorar en su condición de genio loser, pero Emma Myers (‘Miércoles’) a menudo da la sensación de que pasaba por allí. Y estamos ante un tipo de película que depende mucho del carisma de tus protagonistas para que uno pase por alto los atajos que toman sus responsables.

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Hess intenta compensar eso proponiendo un tono que intenta recordar a otros trabajos anteriores suyos, pero sin tener nunca la libertad para hacerlo de forma decidida. Con todo, eso hace que todo eso algo más fácil cuando los lugares comunes del libreto se adueñan de todo sin ofrecer realmente nada para mantener el interés del público. Por suerte sí que hay momentos puntuales que resulta simpáticos -la última escena de la gran villana-, pero sin llegar nunca a tener suficiente continuidad.

Ahí es donde ‘Una película de Minecraft’ podría haber jugado a ser algo similar a las dos entregas más recientes de la saga ‘Jumanji’, pero aquí todo tiende a lo genérico de forma exagerada. Al menos nunca llega a ser tan estúpida como me temía, alejándose así de desastres como ‘Monster Trucks’, pero una cosa es no ser una completa pérdida de tiempo y otra que te compense de verdad tu visionado.

A esto me gustaría añadir que mi familiaridad con el videojuego es nula, por lo que es perfectamente posible que los fans tengan un aliciente extra a través de los guiños que pueda haber escondidos, pero incluso teniendo eso en cuenta, me cuesta imaginar a nadie pasándoselo en grande con ‘Una película de Minecraft’. Pero, sin duda, mejor de lo esperado, y además algo de diversión da, que todavía recuerdo el muermo que fue ‘Estado Eléctrico’.

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‘Una película de Minecraft’ es mejor de lo que esperaba. Jason Momoa y Jack Black evitan que la adaptación del famoso videojuego sea un desastre

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Mikel Zorrilla

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