Un cinta bíblica pasó a la historia por grabar un fenómeno único: el resultado fue una increíble escena difícil de repetir

En la historia del cine hay momentos tan excepcionales que parecen rozar lo mítico, escenas en las que la técnica, la planificación y las fuerzas de la naturaleza se alinean de una forma irrepetible. Uno de esos episodios ocurrió en 1961, cuando un equipo de filmación se propuso algo casi impensable: rodar durante un eclipse total de sol real y aprovechar al máximo su duración.

Este audaz acto cinematográfico fue ideado por el director Richard Fleischer durante el rodaje de ‘Barabbas’, una épica bíblica protagonizada por Anthony Quinn donde la escena en cuestión representaba la crucifixión de Cristo, un momento que ya de por sí está cargado de simbolismo, dramatismo y trascendencia espiritual.

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Fleischer, convencido de que ningún efecto especial podría igualar la autenticidad de un eclipse solar real, organizó el rodaje para que coincidiera exactamente con el fenómeno celeste que tendría lugar sobre Europa ese día. 

Una sola oportunidad para una toma única

Un equipo de cientos de personas, actores, cámaras y técnicos fue movilizado y entrenado para capturar la escena en el breve lapso que duraría la totalidad del eclipse, donde se utilizaron lentes especiales y planificación milimétrica, sabiendo que no habría segundas tomas.

La logística fue colosal: se eligió una ubicación en el sur de Italia, cerca de la ciudad de Bari, donde el eclipse sería visible en toda su intensidad, y el resultado es uno de los planos más recordados del cine, con las siluetas de los crucificados oscurecidas bajo un cielo real que se vuelve noche a mitad del día.

Este gesto de ambición artística convirtió a ‘Barabbas’ en una rareza histórica: la siendo de las pocas películas conocidas en utilizar un eclipse solar real para una escena de ficción. 

Más allá del valor simbólico, esta escena refleja una época en la que el cine se atrevía a mirar al cielo y pedirle algo imposible. Y, por una vez, el universo respondió.

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Un cinta bíblica pasó a la historia por grabar un fenómeno único: el resultado fue una increíble escena difícil de repetir

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Joel Calata

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