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«El fantasma del gran apagón ha vuelto a recorrer España”, así lo resumía mi compañero tras conocerse que Red Eléctrica Española había detectado nuevas “variaciones bruscas de tensión” en la red peninsular. La noticia bastó para reactivar un temor reciente: quedarse otra vez a oscuras. Y con ese miedo, también se encendió la fiebre por las previsiones.
En busca de las previsiones. La demanda de productos relacionados con el suministro energético y la supervivencia ha aumentado un 76%, según datos del comparador de precios europeo Idealo. Entre los que destacan los hornillos y camping gas, con un incremento del 253%, seguidos de las estaciones de energía en un 87%, las radios un 56% y las baterías portátiles un 49%. También se ha disparado el interés por productos como pastillas potabilizadoras de agua en un 20% y las linternas un 14%.
Una alerta que encendió las alarmas. La alerta emitida por Red Eléctrica Española el 7 de octubre bastó para poner a la población en guardia. Aunque la compañía aseguró que las fluctuaciones de tensión “no suponen riesgo inminente de apagón”, la población reaccionó con rapidez. Muchos hogares, todavía con el recuerdo fresco del apagón del 28 de abril, comenzaron a reforzar sus kits de emergencia domésticos, tal y como recomendó la Comisión Europea a principios de año.
El gran precedente. La prudencia actual no es casual. Hace medio año, la península sufrió un apagón que dejó a todo el país sin luz durante más de doce horas. Durante aquella jornada, el caos se trasladó a las tiendas: colas interminables y estanterías vacías en ferreterías y grandes superficies. Los datos de Servimedia lo confirman: la demanda de generadores eléctricos se disparó un 639% y la de hornillos de camping gas un 547% en apenas 24 horas.
¿Histeria colectiva o prevención racional? Las cifras pueden sugerir una reacción emocional, pero los datos apuntan más bien a una nueva cultura de la previsión. Antes del apagón, solo el 5% de los españoles tenía preparado un kit de emergencia. Tras el suceso, la cifra se duplicó al 10%, y la intención de prepararlo pasó del 32% al 58%, como han detallado en YouGov.
El CIS añade que el 78% de los ciudadanos no sintió miedo durante el apagón, aunque el 53,5% reconoció que recordó el kit recomendado por la UE. Además, un 88,2% valoró positivamente el comportamiento cívico y solidario de sus vecinos durante aquellas horas de oscuridad. El fenómeno ha reavivado el debate: ¿estamos ante una “histeria colectiva energética” o ante una forma moderna de resiliencia doméstica?
El negocio del autoabastecimiento. En cuestión de meses, la preocupación por un posible corte eléctrico ha creado un nuevo nicho de mercado: el del autoabastecimiento energético. Las ventas de generadores, placas solares y hornillos se multiplicaron por cinco tras el apagón de abril. Grandes cadenas como Leroy Merlin o Decathlon agotaron sus existencias en horas, mientras que las ferreterías de barrio vivieron su particular agosto vendiendo linternas, radios y pilas.
La tendencia no ha frenado. Desde Idealo confirman que las búsquedas de estos productos siguen en ascenso. En paralelo, ha crecido el interés por las llamadas estaciones de energía portátiles, pequeños dispositivos capaces de cargar desde móviles hasta electrodomésticos básicos, y que ya figuran entre los artículos más consultados en internet.
La cultura “prepper” se normaliza. A esta fiebre de la prevención se suma el auge de los llamados preppers, personas que se preparan para emergencias. De hecho, dos de ellos describían cómo el apagón puso a prueba su preparación: sus kits les permitieron cocinar y mantenerse informados cuando la mayoría se quedó sin luz. Un fenómeno que, lejos de la excentricidad, refleja una creciente búsqueda de autonomía doméstica.
¿Una nueva conciencia energética? Red Eléctrica insiste en que “no hay riesgo inminente de apagón”, pero los ciudadanos —y el mercado— piensan distinto. La cultura del autoabastecimiento ha dejado de ser una rareza y se ha instalado en la mentalidad colectiva.
No hay apagón a la vista, pero sí un cambio: muchos prefieren fiarse de su generador antes que del sistema eléctrico. En tiempos de incertidumbre, la energía ya no solo se mide en kilovatios, sino también en tranquilidad.
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La noticia
Red Eléctrica pidió calma. Acto seguido, miles de españoles acudieron en masa a comprar generadores y camping gas
fue publicada originalmente en
Xataka
por
Alba Otero
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Escrito por Redacción Optima
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