Paula Mena, arquitecta: «Muchos compradores piensan que el verano no es buen momento para comprar casas, pero si estás buscando vivienda, te interesa escuchar esto»

Cada verano, cuando las ciudades se vacían y el termómetro se instala cómodamente en los treinta y tantos, ocurre un fenómeno curioso en el mercado inmobiliario: la pausa. Muchos compradores deciden frenar su búsqueda de vivienda, convencidos de que septiembre traerá nuevas oportunidades, mejores viviendas y nuevos precios.

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“Es un error muy común”, advierte Paula Mena (@yeye.estudio), arquitecta y cofundadora de Yeyé Estudio, un despacho madrileño especializado en vivienda residencial y reformas con alma.

“Sí, en otoño suele aumentar la oferta”, reconoce Paula Mena, “pero también aumenta la demanda. Y eso cambia por completo el panorama”. Porque cuando hay más compradores activos, negociar se vuelve mucho más difícil. Las casas que en julio esperaban visitas se venden en septiembre a precio cerrado y en tiempo récord. “Lo vemos cada año”, insiste.

Pero, ¿por qué el verano puede ser el mejor momento para comprar casa?

Aunque pueda parecer contraintuitivo, el verano ofrece una serie de ventajas que los compradores atentos saben aprovechar:

• Hay menos competencia. Muchos compradores paralizan la búsqueda de viviendas en verano, lo que reduce la presión sobre cada inmueble a la venta.
• Hay más margen de negociación. algunos propietarios necesitan vender sus viviendas antes de que llegue el otoño, por lo que es una posibilidad que estén más abiertos o flexibles a negociar el precio.
• Las visitas son más relajadas. Hay quienes prefieren tener un verano relajado, sin estrés ni visitas atemporales de pisos en la ciudad a más de 30 grados. De este modo, el ritmo en las ciudades disminuye y es más fácil explorar con calma, comparar y analizar cada inmueble sin prisas.
• Una compra más inteligente. En un mercado a la alza, quien se adelanta puede cerrar una operación por debajo del precio que alcanzará pasado el otoño.

“Lo que queremos transmitir a nuestros clientes es que comprar en verano no es precipitarse, es adelantarse”, explica Paula Mena. En Yeyé Estudio acompañan a sus clientes durante todo el proceso de búsqueda, asesorando tanto en el análisis técnico como en el potencial decorativo de cada vivienda.

El resultado es que, mientras otros esperan al otoño para «ponerse en serio», quienes compran en verano llegan a septiembre con la casa firmada y la reforma en marcha. “Para nosotros, no hay temporada baja. Hay visión a largo plazo», detalla la profesional.

Fotografías | Instagram de Paula Mena

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Paula Mena, arquitecta: «Muchos compradores piensan que el verano no es buen momento para comprar casas, pero si estás buscando vivienda, te interesa escuchar esto»

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María Lancha

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