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Optima97.com Optima 97.7 FM | La Gigante de Nagua
Esta semana se ha estrenado el primer tráiler del remake en acción real de ‘Moana’. La película, protagonizada por Catherine Laga’aia y Dwayne Johnson (quien repite su papel de la cinta de animación), llegará una década después del estreno de la original y es parte de una tendencia controvertida de la compañía. Este 2025 también hemos visto dos de estos remakes, ‘Lilo & Stitch’ y ‘Blancanieves’.
La queja en muchos de estos casos es siempre la misma. «¿Qué sentido tiene volver a hacer la misma película de nuevo?» Esto es aún más flagrante cuando vemos comparativas en las que el remake coincide con la cinta de animación plano por plano, devaluando no solo el trabajo original, sino la posibilidad del remake de sentirse único. Disney tiene dos razones para hacer esto. La primera es que aquellas veces que se han alejado de la visión nostálgica generalmente no les ha salido bien. La segunda es que están simplemente siguiendo una estrategia que ya les funcionó en el pasado.
Durante buena parte de su historia la compañía no ha tenido problema en llevar las mismas historias una y otra vez a la gran pantalla, y su estrategia de reestrenos le daba excelentes resultados. Podemos mirar el ejemplo de ‘Blancanieves y los siete enanitos’, la cinta se estrenó en 1937 recaudando 66 millones de dólares. Posterior a eso, tuvo tres reestrenos más en Estados Unidos en 1983, 1987 y 1993. Espaciarlos temporalmente conseguía que el público recuperase la ilusión por la cinta o que años más tarde padres pudieran enseñársela a sus hijos, y la taquilla era señal de aquello. Estos reestrenos consiguieron 30, 46 y 41 millones de dólares respectivamente. Cifras que, si bien no eran las del estreno original, eran igualmente un triunfo en taquilla y más para una película que buena parte del público ya conoce.
Según entraban en los años 80, eso sí, la llegada del mercado doméstico les obligaba a replantear su estrategia. ¿Querría la gente ir al cine para volver a ver una película que ya tienen? Esto derivó en una estratégica de marketing tan astuta como maliciosa: jugar con la escasez. Nació entonces el llamado Disney Vault, que no era más que un dramático término para referirse al propio archivo que Disney tenía de sus películas. Si se llamaba Vault es porque lo representaban literalmente como una cámara acorazada. Fue una imaginería que utilizaron también para Vault Disney, una iniciativa televisiva que precedió a Disney Channel y en la que organizaban emisiones televisivas de su catálogo.
El Disney Vault era una estrategia promocional para que a los espectadores se les metiera en la cabeza que las películas de Disney eran un bien escaso, y así no les extrañase que cuando saliesen sus estrenos al mercado doméstico, lo hicieran en tiradas realmente limitadas. Esto llevaba a especulación y a FOMO por conseguirlas. Tiempo más tarde volverían a ser distribuidas y las ganas por conseguirlas se repetirían, igual que sucedía en los reestrenos cinematográficos. En muchas ocasiones, esto venía acompañado bien de ediciones especiales o remasterizaciones que justificaban un alto precio.
Con la llegada del streaming, Disney necesitaba volver a replantear su estrategia. El éxito de Disney+ es un arma de doble filo para la compañía. Por un lado sus sucripciones son una inyección económica importante. Por otro, que los espectadores tengan disponible a solo un par de clicks todo su catálogo, sean clásicos o estrenos, hace mucho menos efectiva tanto su estrategia de lanzamiento doméstico como de reestreno en cines. En su estreno ‘Toy Story’ amasó 237 millones de dólares internacionalmente, mientras que su reestreno de 2025, a pesar de venir justificado por su 30 aniversario, ha recaudado unos mucho más modestos 11 millones de dólares.
Claro que si hubiera una manera de aprovechar la nostalgia del público a la vez que con una capa de pintura justificas un nuevo estreno, matarías dos pájaros de un tiro. La estrategia de los remakes no ha sido perfecta para Disney, pero cuando ha salido bien, ha salido muy bien. En 2019 ‘El rey león’ fue la segunda película más taquillera del año en Estados Unidos quedando solo por debajo de ‘Vengadores: Engame’. Este año, ‘Lilo & Stich’ ha terminado su recorrido en salas habiendo recaudado 1.000 millones de dólares internacionalmente, y en el mercado doméstico vuelve a quedarse la segunda, por encima de películas como ‘Superman’, ‘Jurassic World’ o ‘Los 4 fantásticos: los primeros pasos’. Por mucho que las voces críticas se alcen, y justificadamente, está claro que Disney está viendo estos remakes como un método moderno de aproximar su vieja filosofía del reestreno, y como otra forma más de seguir explotando sus gallinas de oro.
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La noticia
Muchos no ven sentido a que Disney repita la misma película con sus remakes. La compañía solo ha actualizado una vieja estrategia
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Miguel Solo
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Escrito por Redacción Optima
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