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		Optima97.com Optima 97.7 FM | La Gigante de Nagua
       
    
OpenAI ha dejado de ser una entidad con un control híbrido y pasa a ser una empresa con todas las de la ley. Es decir, con ánimo de lucro. Microsoft, que tenía derechos especiales y un puesto en su junta, cede esa posición a cambio de algo más estable:
Gana independencia sin perder tecnología.
Por qué es importante. Esto no convierte a Microsoft en dueña de OpenAI, sino en la plataforma que convierte su IA en producto masivo. OpenAI puede seguir investigando, pero quien controla el acceso a usuarios y empresas sigue siendo Microsoft.
La distribución define hoy el poder, por encima incluso de la invención.
La panorámica general. Microsoft lleva más de una década transformando su negocio desde la venta de licencias hacia la venta de dependencia continua:
El patrón es consistente: convertir herramientas en plataformas, productos en suscripciones, y opciones en inevitabilidades. El acuerdo con OpenAI no es una excepción, es la culminación.
En detalle. Microsoft mantiene algo que ningún otro actor tiene:
El nuevo acuerdo asegura que OpenAI no puede cerrarle el grifo, y que Microsoft puede ampliar o sustituir sus modelos sin depender de terceros.
El trasfondo estratégico. Hasta ahora, Microsoft no podía desarrollar su propia AGI. Ahora sí. Esto le permite dos rutas paralelas:
Gana libertad tecnológica y estabilidad comercial. Pero sobre todo, gana algo más valioso: la certeza de que la IA no será opcional en su software.
Entre líneas. El movimiento consolida a Microsoft como el principal canal de consumo de IA en el trabajo. No por contrato, sino por posición de mercado.
Millones de usuarios ya pagan por Copilot sin elegirlo expresamente. Las empresas lo asumen como parte del coste normal de productividad. No hay alternativa real: si trabajas en Word, usas Copilot. Si gestionas correos en Outlook, usas Copilot. Si coordinas equipos en Teams, usas Copilot.
Sí, pero. Esto no es el dominio tecnológico tradicional. Microsoft no necesita tener la mejor IA. Solo necesita tener la más integrada. OpenAI puede ser más brillante, Google puede ser más rápido, Meta puede ser más abierta (o no tan abierta). No importa, porque ninguno está dentro del software donde se hace el trabajo.
La IA deja de ser un añadido. Se convierte en infraestructura invisible.
El contraste. Otros gigantes tecnológicos siguen apostando por la excelencia del modelo:
Todos compiten por tener la mejor tecnología, pero Microsoft compite por otra cosa: por ser el lugar donde esa tecnología se usa, independientemente de quién la haya creado.
En resumen:
No vende IA. Vende inevitabilidad.
En Xataka | La IA funciona mejor si eres borde
Imagen destacada | Microsoft
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 La noticia
      
        Microsoft ya no vende software: vende inevitabilidad  
      
      fue publicada originalmente en
      
        Xataka 
      
             por 
        Javier Lacort
       
      . 
Escrito por Redacción Optima
 
		
			 
		
			 
		
			 
		
			 
		
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