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Los millones de turistas que recibe Roma están subiendo el precio de la carbonara. Y los vecinos se han cansado

todayabril 18, 2025

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Los millones de turistas que recibe Roma están subiendo el precio de la carbonara. Y los vecinos se han cansado

En Italia la carbonara es un emblema gastronómico. Ahora también un símbolo contra la masificación turística. Ante la perspectiva de que Roma se llene este año de  millones de visitantes atraídos por el Jubileo 2025 y que esa avalancha dispare (aún más) los precios de ciertos servicios, como los menús de las trattorias, una asociación de consumidores ha propuesto a instituciones y hosteleros sellar un ‘Pacto Carbonara’ que garantice que se aplicarán tarifas «justas» a los platos.

Y tienen una cifra en mente: 12 euros.

Una cifra: 35 millones. Roma es un enorme gigantesco destino turístico. Probablemente uno de los mayores del planeta. Eso no es ninguna novedad. Su Ayuntamiento calcula que el año pasado recibió 51,4 millones de visitantes, un récord histórico que lleva a las autoridades locales a referirse a su ciudad como «la Capital del Turismo» (las mayúsculas son suyas). A ese interés por la ciudad eterna se sumará este año un nuevo elemento: el Jubileo 2025, una cita que según el Ministerio de Turismo italiano atraerá a más de 35 millones de visitantes.

¿Y cómo afectará a los precios? Esa es la pregunta que se hizo hace unos meses Consumerismo No Profit, una asociación de consumidores con sede en Roma. En una carta abierta su presidente, Luigi Gabriele, recuerda las previsiones de visitantes para el Jubileo y muestra su inquietud ante la perspectiva de que esa marea de turistas y peregrinos eleve los precios en los comercios y restaurantes de la capital. No es una cuestión menor si se tiene en cuenta que en marzo el IPC interanual de los alimentos y bebidas no alcohólicas fue en Italia del 2,6%.

«Resulta innegable que el aumento de la demanda de bienes y servicios determinado por el Jubileo corre el riesgo de provocar cambios profundos en las listas de precios actuales, algunos de los cuales ya están en marcha, llevando a las empresas de la zona a maximizar sus ganancias en 2025», señala Gabriele en su carta, en la que advierte del daño para la imagen de Roma y el impacto para los bolsillos tanto de los visitantes extranjeros como de los residentes.

Objetivo: platos a precios «justos». Para evitarlo la asociación propuso a finales de 2024 abordar el tema en una mesa redonda en la que participasen tanto las administraciones como los consumidores y empresarios. El objetivo: fijar un precio «controlado» o «justo» para ciertos platos típicos que se han convertido en un emblema de la cocina italiana. ¿Cuáles? Gabriele cita la pasta a la amatriciana y la carbonara, que «se encuentran entre los más consumidos por los turistas». Por eso mismo, insiste, son los que corren mayor riesgo de encarecerse en 2025.

«Nuestra propuesta es definir un ‘precio justo’ para esos platos, compartido con las asociaciones gremiales, reconociendo con un sello o logo especial a aquellos locales que decidan sumarse a la iniciativa», plantea Consumerismo No Profit. La idea fue bien recibida por el Ayuntamiento, según precisa La Repubblica, y derivó en lo que hoy se conoce como ‘Pacto Carbonara’, un «acuerdo voluntario» por el que ciertos establecimientos se comprometen a cobrar a sus clientes tarifas razonables.

Pero… ¿Qué es razonable? Esa es la clave. Consumerismo no entra en detalles ni en su carta ni en el apartado de su web dedicado al ‘Patto della Carbonara’, pero a lo largo de los últimos meses la prensa italiana y extranjera ha repetido una cifra: 12 euros, una suma por la que se podían encontrar platos de pasta carbonara en restaurantes del centro a finales de 2024, recuerda Corriere della Sera. No se busca que el precio baje. Pero quiere evitarse que acabe disparándose.

«Superar los 11 o 12 euros no es justo para el cliente. Pierde la identidad de lo que es la gastronomía romana, lo que es el plato en sí y lo que quiere representar», explica a El País el dueño de un local de Roma. El razonamiento es muy sencillo. Los defensores de la medida estiman que preparar un plato de pasta carbonara resulta relativamente barato, por lo que teniendo en cuenta las materias primas podría cobrarse por 6,5 euros. A esa cantidad suman otros costes extras hasta llegar a los 12 euros, un precio que en su opinión incluye ya los «márgenes».

¿Y ha servido? Una cosa es la teoría. Otra muy distinta los hechos. Aunque Consumerismo se ha comprometido a identificar a los negocios que se han adscrito al ‘Pacto Carbonara’ e invita a los clientes ha denunciar a quienes no lo respete, hay quien mira la iniciativa con escepticismo. Marina García, periodista y corresponsal en Roma, reconocía hace poco a El País que el pacto no ha funcionado demasiado.

«Sirve más para abrir un debate sobre turismo que para tener un impacto real», añade. Hay quien, tras sondear los negocios de la ciudad, se encontró hace unos meses con que los precios oscilaban ya entre los 12,5 y 19 euros. O incluso quien habla de que en solo unos años el plato se ha disparado de ocho a 16 euros.

Por lo pronto, a lo que sí ha ayudado el acuerdo es a incidir en el efecto que tiene el turismo masivo en el día a día (y el bolsillo) de la población, un debate que se ha dado en otras partes de Italia (Venecia, por ejemplo) y al que España no es ajena.

Imágenes | Sarah (Flickr) y Pinar Kucuk (Unsplash)

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La noticia

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Xataka

por
Carlos Prego

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Escrito por Redacción Optima

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