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Llevo años observando desde la barrera cómo evoluciona la carrera de la realidad aumentada. Y, he de ser franco: hasta ahora nadie se la había tomado en serio, ni siquiera Apple.
Vision Pro es un producto brillante, pero nicho. Muy nicho. La propia Google renoció en su evento más importante del año, el I/O de 2025 la que cree reconocer como clave para democratizar el acceso a esta categoría de producto.
«Sabemos que unas gafas solo pueden ser realmente útiles si quieres llevarlas puestas todo el día».
Android XR marca un antes y un después. Es el primer esfuerzo real en crear una plataforma de masas accesible para todo fabricante que apueste por las gafas de realidad aumentada o mixta. Lo que parecía un proyecto inicial en conjunto con Samsung para desarrollar un casco VR, se ha acabado materializando en un jardín paradisíaco sobre el que cualquier fabricante puede pasear.
Este sistema operativo jugará un papel fundamental en la popularización de un formato con gran potencial de venta: las gafas tradicionales con Realidad Aumentada. Una plataforma mediante la que los usuarios podrán utilizar (de forma natural) apps como Google Maps, Fotos y, la más importante, Gemini, en dispositivos de tamaño reducido.
Google no está ganando solo la carrera a la hora de desarrollar una plataforma abierta que dé vida a un producto que nos libere (al menos, parcialmente) del smartphone, también está liderando quién ofrece el mejor asistente impulsado por IA.
La integración nativa de Gemini en gafas de realidad aumentada cobra incluso más sentido que en un móvil. El comando de voz se convierte en casi un imprescindible cuando se minimiza la interacción física con el dispositivo.
Es, de hecho, el objetivo de Google. Liberarnos del smartphone en tareas cotidianas como llamar, seguir direcciones hacia algún punto o algo tan sencillo como añadir un recordatorio al calendario. Se minimiza la fricción de sacar el móvil del bolsillo para cualquiera de estos fines. Gafas, comando de voz, ejecución eficaz.
Vision Pro o incluso Meta Quest nacen como productos de nicho. Apple vende realidad mixta a casi 4.000 dólares (impuestos incluidos), con resultados por debajo de las predicciones de los analistas. Unas 175.000 unidades vendidas en un año.
Meta lleva años vendiendo las Oculus Quest como pan caliente, con un acumulado de 20 millones de unidades. Quizás la calidad-precio tiene algo que ver. Tanto, que Apple se plantea centrar esfuerzos en unas Vision Pro más económicas.
«Sabemos que unas gafas solo pueden ser realmente útiles si quieres
llevarlas puestas todo el día».
La realidad virtual tiene su nicho, pero la aumentada se abre a productos mainstream (gafas que puedes llevar puestas casi todo el día), una fórmula que empieza a funcionar.
No satisfecha con las cifras de Meta Quest, la compañía inició hace cuatro años una incursión en el mundo de las gafas de formato tradicional junto a Ray-Ban. Primero con Ray-Ban Stories, y tres años después con Ray-Ban Meta. Un nuevo producto, un «nuevo» formato, y un millón de ventas en su primer año de vida.
El formato de «gafa tradicional con auriculares y cosas» funciona. Pero a Meta le falta una plataforma adaptada a este formato y un hardware menos limitado (estas gafas apenas pueden grabar algo de vídeo, recibir notificaciones y llamar).
China lleva años enfrascada en una carrera por liderar las tecnologías necesarias para crear gafas de formato tradicional con realidad aumentada. Y hay cinco grandes nombres en la misma:
Es curioso cómo, más allá de gigantes como Huawei (cuya plataforma HarmonyOS no prioriza actualmente dispositivos AR) la innovación en este territorio está en manos de pequeñas empresas.
Xreal es una start-up que ya trabaja en unas gafas insignia bajo la plataforma Android XR. Será un producto a tener en cuenta y relevante para China, ya que la mayoría de su hardware se produce a nivel nacional (actualmente el 65%, con el objetivo de llegar al 100% en un horizonte de dos años). En lugar de apostar por tecnologías de Qualcomm, XReal tiene su chip propio para gafas, el X1.
RayNeo puede que te suene más, y es que es una filial del gigante chino TCL. Está trabajando con Alibaba para llevar modelos de IA a gafas inteligentes y, para los Juegos Olímpicos de 2028, tienen previsto colaborar con el COI para crear vídeos promocionales en los que la perspectiva de los atletas (que llevarán gafas RayNeo) sea la protagonista.
Un vistazo a su web nos deja ver que están centrados en mercados más allá del chino, con el foco puesto actualmente en la proyección de contenidos.
Rokid está fundada por un ex-Alibaba, y fabrica gafas que utilizan el modelo Qwan (precisamente, de Alibaba) para traducir en tiempo real. Cuenta con bastante apoyo estatal, y trabaja con empresas nacionales. Aunque tiene producto de consumo, está bastante centrada en soluciones específicas.
Inmo es uno de los principales colaboradores de China Mobile en su intento de desarrollar uno de los grandes modelos de lenguaje nacionales. Jiutian LLM, uno de los primeros modelos, y está siendo probado en las gafas de realidad aumentada de Inmo. Sus capacidades son multimodales (voz, texto, compresión de lo que está viendo), y la conexión es directa mediante 5G a la nube de China Mobile, sin el móvil como intermediario.
Por último tenemos a Meizu, un histórico fabricante chino que lo intentó en España con sus móviles pero no pudo con Huawei y Xiaomi. La compañía ha desarrollado LLM FlyMe , un motor de IA multimodal que vertebra tanto sus dispositivos XR como sus sistemas para coche conectado.
También combinan texto, voz y reconocimiento visual, integradas en gafas de reciente lanzamiento, como sus StarV Air 2. Una compañía adquirida recientemente por el gigante del motor Geely, con planes de expansión fuera de China.
Aunque Google haya puesto sobre la mesa la plataforma y haya tendido su mano a las empresas que quieran colaborar con ella, esta es una guerra aún por disputar y en la que aún no hay propuestas de ataque al público generalista, más allá del primer acercamiento de Meta con RayBan… con unas gafas que ni siquiera ejecutan realidad aumentada.
Google tiene ventajas estratégicas importantes: su ecosistema Android es imbatible en penetración móvil (un elemento aún clave que convivirá con las primeras generaciones de gafas AR), y Gemini es uno de los modelos más avanzados del momento, incluso por delante de las propuestas de OpenAI.
Pero, a pesar de no estar generando tanto ruido mediático, China sigue teniendo importantes ventajas en manufactura, velocidad de implementación y una regulación más laxa respecto a la europea, especialmente celosa en lo relativo al tratamiento de datos.
La carrera por los semiconductores tendrá mucho que ver en esta carrera. Estados Unidos torpedea constantemente el acceso a sus tecnologías más avanzadas, y China acelera para que su plena independencia tecnológica no deje de manifiesto una posición poco ventajosa frente a la de sus principales rivales.
Imagen | Xreal
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La noticia
En la feroz guerra por la realidad aumentada, China tiene cinco «dragones» dispuestos a ganarla
fue publicada originalmente en
Xataka
por
Ricardo Aguilar
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Escrito por Redacción Optima
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