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		Optima97.com Optima 97.7 FM | La Gigante de Nagua
 
		
       
    
La zona de la campana extractora en la cocina suele presentar un desafío estético para los amantes del interiorismo y la decoración. El tubo o conducto de evacuación, las conexiones eléctricas o la chimenea metálica, tienden a romper la armonía visual de una espacio que está completamente expuesto a todo.
Afortunadamente, el mundo del interiorismo ha desarrollado soluciones que permiten integrarlos o disimularlos con creatividad. A continuación, te comparto cinco trucos originales, respaldados por ideas de diseño y empresas y profesionales que los aplican, para que puedas transformar esta “antiestética” parte de la cocina en un detalle bien resuelto.
Una de las estrategias más limpias consiste en concebir que el conducto se oculte tras un armario alto, un capó de madera o un revestimiento a juego con los muebles de cocina. Se convierte entonces de esta manera en un componente más del mobiliario, en lugar de un “añadido”. Las ventajas de este proyecto son, entre otras, un estética limpia y sensación de continuidad en los muebles de la cocina.
Otra alternativa consiste en “vestir” el tubo mediante una caja de obra ligera o un falso pilar revestido con materiales atractivos (madera, azulejo, piedra o metal). Esta solución no oculta tanto el conducto al completo, pero lo transforma en un elemento diseñado a propósito.
Las ventajas de llevar a cabo esta solución son la posibilidad de convertir la “molestia” en un acento decorativo, no obstante, conviene tener en cuenta la coordinación de colores y los materiales que utilizamos, así como la limpieza del revestimiento (grasa) o sus posibles accesos de mantenimiento.
Más que intentar ocultarlo completamente, este truco apuesta por armonizar el conducto con su entorno. Es decir, se recubre con el mismo material del salpicadero o con un sobre elemento que se prolonga hasta el techo. De este modo, el tubo deja de “romper” visualmente y pasa a formar parte de la composición.
Si ocultar el conducto resulta demasiado complejo, otra vía es aceptar la visibilidad y convertirlo en un elemento de diseño. La definición correcta de ‘si no puedes con el enemigo, únete a él’. Esto consiste en llevar a cabo un tubo de acero pulido, cobre envejecido o un color contrastado pueden aportar carácter a la cocina. De hecho, este nuevo conducto puede convertirse en punto focal, aportando un estilo industrial o moderno a la cocina.
Las últimas tendencias en cocinas apuntan a eliminar visualmente el conducto mediante tecnologías que “huyen” del tubo tradicional: campanas que emergen del mueble, soluciones telescópicas o integradas bajo encimera. De este modo conseguimos una máxima limpieza visual, perfecta para cocinas de diseño minimalista. No obstante, el coste de estas cocinas será más elevado y conllevan una necesidad de mantenimiento más planificado.
No todos podemos (o queremos) hacer intervenciones permanentes. Para quienes viven en alquiler o prefieren soluciones reversibles, los vinilos adhesivos decorativos son la respuesta. No requieren obra, se colocan y retiran fácilmente, y permiten jugar con texturas y colores.
A veces, menos es más. Una funda bien elegida puede transformar un tubo en un guiño divertido o un detalle que complementa el estilo de la cocina. Incluso puedes combinarla con plantas colgantes o guirnaldas artificiales para desviar la atención del metal y añadir un toque orgánico.
Fotografía de portada | Papilio Kitchen Design
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 La noticia
      
        Cómo ocultar el tubo de la campana extractora de la cocina: cinco trucos de decoración en tendencia 
      
      fue publicada originalmente en
      
        Decoesfera 
      
             por 
        María Lancha
       
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Escrito por Redacción Optima
 
		
			 
		
			 
		
			 
		
			 
		
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