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Optima97.com Optima 97.7 FM | La Gigante de Nagua
Ducati, Yamaha o hasta Aprilia y KTM puede que sean nombres que te suenen de algo si te digo que pienses en una marca de motos. Sin embargo, si te hablo de Moto Guzzi, puede que el nombre no te inspire nada en absoluto. Se trata de un mítico fabricante de motos que, tras pasar por un infierno, renació de sus cenizas.
Y lo hizo con un modelo creado prácticamente en un taller casi clandestino: la Moto Guzzi V7 Sport.
Ascenso. Hay marcas míticas que empiezan haciendo una cosa y luego terminan con otra totalmente distinta. Nintendo es un ejemplo: empezó con cartas y ahora es una de las líderes de los videojuegos. Moto Guzzi es de esos casos que nacen con un sólo objetivo: excelencia tecnológica y pasión por la competición.
Fundada en 1921 en la localidad italiana de Mandello del Lario, desde sus comienzos tenían claro que querían aportar algo a la conversación. Muestra es el motor en V a 90º que tanto llama la atención en las motos naked y hasta de la policía estadounidense. La V7 700 fue una joya, pero a mediados de los 60… la cosa se empezó a torcer.
Caída. Los fundadores se fueron, unos nuevos gestores (SEIMM) cogieron los mandos y la catástrofe fue total. No sólo perdían ventas a toda velocidad, sino que se fueron alejando cada vez más y más de las pistas de competición. No sabían qué tecla tocar, pero sí que no podían estarse quietos porque estaban viendo la luz al final del túnel.
Los modelos militares y policiales ayudaron a la empresa en los tiempos difíciles
Entonces se les ocurrió una idea: aflojar la cartera y fichar a alguien que pudiera devolver la flama y el orgullo al equipo, que veía como cada vez más las motos japonesas se imponían tanto en el mercado como en las pistas. Fue entonces cuando recurrieron a Lino Tonti. Y no podían haber dado más en el clavo.
La V7 Sport ‘perro salchicha’
Al sótano. Tonti era un ingeniero con experiencia en otras marcas hoy históricas como Benelli, Bianchi o Gilera y, en cuanto llegó a Moto Guzzi, supo lo que tenía que hacer: all in con ese bicilindro transversal. El problema es que los nuevos gestores tampoco le iban a dar muchos fondos. Estaban pidiendo un imposible, pero Tonti y so socio Alcide Biotti se lo debieron tomar como un reto y, en su propio taller debido a los dificultades de la fábrica de Mandello, rediseñaron por completo la moto.
El chasis cambió totalmente, apostando por una doble cuna desmontable, era más rígido y bajo y desmontar el motor era mucho más sencillo, clave para la competición. Se mantenía ese motor transversal en 90º, pero la moto había cambiado de perfil, siendo más baja y alargada.
Rompiendo récords. Eso le valió el apodo de ‘Dachshund’, nuestro perro salchicha, aunque oficialmente pasó a la historia como Moto Guzzi V7 Sport. El objetivo era mantenerse en los 750 cc con un peso de 200 kg y una velocidad superior a los 200 km/h y tenía buena pinta, pero había que probarla. Fue el piloto Umberto Todero quien la pilotó a finales de los 60, y no quiero imaginar la sonrisa de Tonti y Biotti cuando su creación se hizo con 19 récords mundiales de velocidad.
Las cifras oficiales son 748,4 cc, 205 kg y un pico de 208 km/h. Lo habían conseguido, pero además, en las pruebas internacionales realizadas por las revistas, la V7 Sport fue escogida para batirse contra las japonesas que comieron la tostada a la marca años atrás. Concretamente, contra la Kawasaki 750 March IV y contra la Honda CB 750 Four.
La V7 sigue viva, aunque es muy diferente a la de hace 50 años
Mito. Así, fruto de ese trabajo con pocos recursos, pero con la motivación de recuperar el honor perdido para una marca de la casa, nació la hoy mítica V7 Sport con su chasis en color rojo. Ese chasis fue tan popular que incluso lo bautizaron como ‘Tonti frame’, siendo utilizado en muchos modelos a día de hoy tanto por marcas externas como por la propia Moto Guzzi.
Actualmente, la V7 sigue viva, aunque poco queda de esa forma de teckel de la V7 Sport de 1969 que se encuentra hoy en el Olimpo de las motos deportivas clásicas. ¿Y la marca? Bueno, esa es historia aparte, ya que han ido pasando de manos desde que SEIMM se hizo con la empresa, pasando por la mismísima Aprilia y, posteriormente, por Piaggio al hacerse con Aprilia.
Imágenes | Serge PIOTIN aka Sergio, AVMOTO, Thesupermat, Antramir
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La noticia
Hace 55 años, un ingeniero se encerró en su sótano para crear una moto con apodo de perro: fue el renacer de Moto Guzzi
fue publicada originalmente en
Xataka
por
Alejandro Alcolea
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Escrito por Redacción Optima
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