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Microsoft ya no vende software: vende inevitabilidad

todayoctubre 29, 2025

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Microsoft ya no vende software: vende inevitabilidad

OpenAI ha dejado de ser una entidad con un control híbrido y pasa a ser una empresa con todas las de la ley. Es decir, con ánimo de lucro. Microsoft, que tenía derechos especiales y un puesto en su junta, cede esa posición a cambio de algo más estable:

  • Acceso garantizado y perpetuo a los modelos de OpenAI (los actuales y los futuros).
  • Libertad para crear sus propios modelos fundacionales sin restricciones.

Gana independencia sin perder tecnología.

Por qué es importante. Esto no convierte a Microsoft en dueña de OpenAI, sino en la plataforma que convierte su IA en producto masivo. OpenAI puede seguir investigando, pero quien controla el acceso a usuarios y empresas sigue siendo Microsoft.

La distribución define hoy el poder, por encima incluso de la invención.

La panorámica general. Microsoft lleva más de una década transformando su negocio desde la venta de licencias hacia la venta de dependencia continua:

  • Office 365 eliminó o relegó la opción de comprar el software una sola vez.
  • Windows 10 introdujo actualizaciones obligatorias que convirtieron el sistema operativo en servicio permanente.
  • Azure ha atado la infraestructura empresarial a su nube.

El patrón es consistente: convertir herramientas en plataformas, productos en suscripciones, y opciones en inevitabilidades. El acuerdo con OpenAI no es una excepción, es la culminación.

En detalle. Microsoft mantiene algo que ningún otro actor tiene:

  • Integración directa de Copilot en Office, Teams, Outlook y Windows.
  • Contratos empresariales a gran escala que convierten la IA en coste estructural del trabajo digital.
  • Control sobre el punto de entrada: el lugar donde millones de personas trabajan cada día.

El nuevo acuerdo asegura que OpenAI no puede cerrarle el grifo, y que Microsoft puede ampliar o sustituir sus modelos sin depender de terceros.

El trasfondo estratégico. Hasta ahora, Microsoft no podía desarrollar su propia AGI. Ahora sí. Esto le permite dos rutas paralelas:

  1. Usar los modelos de OpenAI en su ecosistema.
  2. Desarrollar los suyos propios (o integrarlos con otros) si OpenAI se desvía o se retrasa.

Gana libertad tecnológica y estabilidad comercial. Pero sobre todo, gana algo más valioso: la certeza de que la IA no será opcional en su software.

Entre líneas. El movimiento consolida a Microsoft como el principal canal de consumo de IA en el trabajo. No por contrato, sino por posición de mercado.

Millones de usuarios ya pagan por Copilot sin elegirlo expresamente. Las empresas lo asumen como parte del coste normal de productividad. No hay alternativa real: si trabajas en Word, usas Copilot. Si gestionas correos en Outlook, usas Copilot. Si coordinas equipos en Teams, usas Copilot.

Sí, pero. Esto no es el dominio tecnológico tradicional. Microsoft no necesita tener la mejor IA. Solo necesita tener la más integrada. OpenAI puede ser más brillante, Google puede ser más rápido, Meta puede ser más abierta (o no tan abierta). No importa, porque ninguno está dentro del software donde se hace el trabajo.

La IA deja de ser un añadido. Se convierte en infraestructura invisible.

El contraste. Otros gigantes tecnológicos siguen apostando por la excelencia del modelo:

Todos compiten por tener la mejor tecnología, pero Microsoft compite por otra cosa: por ser el lugar donde esa tecnología se usa, independientemente de quién la haya creado.

En resumen:

  • OpenAI se libera para crecer como empresa.
  • Microsoft se asegura de que, ocurra lo que ocurra, la IA pase por su software.
  • El resto de la industria compite por inventar. Microsoft ha ganado distribuyendo.

No vende IA. Vende inevitabilidad.

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La noticia

Microsoft ya no vende software: vende inevitabilidad

fue publicada originalmente en

Xataka

por
Javier Lacort

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Escrito por Redacción Optima

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