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‘Sangre de mi sangre’ no solo es la precuela ideal de ‘Outlander’, también funciona de forma independiente. Y trae de vuelta lo que me enamoró de la serie al principio

todayagosto 11, 2025

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'Sangre de mi sangre' no solo es la precuela ideal de 'Outlander', también funciona de forma independiente. Y
trae de vuelta lo que me enamoró de la serie al principio

Tengo que reconocer que he visto las últimas temporadas de ‘Outlander‘ por el cariño que le guardo a sus personajes. Desde que la serie abandonó Escocia, la trama se me empezó a atragantar y poco a poco mi entusiasmo por cada regreso se fue enfriando. Aunque volver a ella era como acudir a un lugar seguro, lo cierto es que echaba de menos una de las cosas que más me cautivaron al principio. Por eso agradezco que la precuela ‘Sangre de mi sangre’ (que se puede ver en Movistar Plus+) haya tenido en cuenta cuáles son sus orígenes.

Parte de la historia vuelve a desarrollarse en las Highlands escocesas, con sus paisajes brumosos, sus castillos imponentes y ese carácter indómito que convirtió a la serie original en un fenómeno. El aroma de la niebla, el viento frío en los valles y la cultura de clanes impregnan cada escena, y le devuelve a la ficción una de sus señas de identidad.

En ‘Sangre de mi sangre’ se nos presentan dos historias de amor que laten con fuerza en épocas distintas y que comparten la intensidad emocional y la química que siempre ha caracterizado a esta saga. Por un lado, el encuentro apasionado entre los que fueron los padres de Jamie, Brian Fraser (Jamie Roy) y Ellen MacKenzie (Harriet Slater), en la Escocia del siglo XVIII, marcado por tensiones familiares y rivalidades de clan. Y por otro, la relación epistolar de los padres de Claire, Julia (Hermione Corfield) y Henry (Jeremy Irvine), en plena Primera Guerra Mundial, que está cargada de anhelo y esperanza en medio de la incertidumbre.

Todo ello de a través de un trabajo de producción impecable, un vestuario detallista, una banda sonora fantástica y una fotografía que capta la belleza de un paisaje que acaba siendo el telón de fondo perfecto.

Lejos de depender por completo de la nostalgia, ‘Sangre de mi sangre’ se atreve a ampliar la mitología de la saga, construyendo nuevas tramas y personajes que enriquecen el universo. Y el resultado es una serie que funciona por sí sola, capaz de seducir a todo tipo de públicos.

Echaba de menos el verde y la humedad

'Sangre de mi sangre'

Uno de los mayores aciertos de esta precuela ha sido traer de vuelta a Escocia y hacer que sea el epicentro de la narración. Los paisajes, el idioma, las costumbres y la vida de los clanes no están ahí como un simple decorado, sino que impulsan la trama y le aportan una identidad inconfundible. Porque esa conexión con la tierra, que se había perdido en temporadas anteriores, es una de las razones por ls que algunos hemos llegado hasta aquí, esperando poder volver en algún momento.

Cada plano está cargado de símbolos y matices, desde la rudeza de las piedras en los castillos hasta el tacto de la lana en los telares. Y esta atención al detalle crea una sensación de inmersión total, marcando un reencuentro muy emocionante que deja claro que Escocia es y siempre ha sido el corazón de ‘Outlander’.

Además, la narrativa en paralelo ofrece dos experiencias románticas muy diferentes, que acaban siendo igual de absorbentes. En el siglo XVIII, el vínculo entre Brian y Ellen se forja entre deberes de clan, orgullo familiar y sentimientos que crecen en el momento menos esperado. Un romance que evoca el espíritu de los grandes amores imposibles.

Y al otro lado de la línea temporal está la historia de Julia y Henry, construida en la distancia, a través de cartas que transmiten la urgencia de un amor que no puede esperar a que termine la guerra. Su relación se desarrolla con delicadeza y melancolía, ofreciendo un contrapunto perfecto a la intensidad de la trama escocesa.

Ambas líneas argumentales se equilibran, reforzándose mutuamente y demostrando que en el universo de ‘Outlander’, el amor siempre logra desafiar al tiempo y las circunstancias.

Dos épocas distintas y una voz propia

Fotograma de la serie

A pesar de sus conexiones con la saga madre, z, construyendo sus propios cimientos a través de unos personajes que están delineados con claridad y con cierta complejidad, permitiendo que el espectador se involucre con ellos sin necesidad de referencias externas.

Y al mismo tiempo, introduce elementos que amplían la mitología familiar y cultural, aportando nuevas capas de significado para los fans más fieles. Hay ecos reconocibles del carácter de Claire o Jamie en las generaciones anteriores, pero se integran de manera sutil, de forma que la serie alcanza un equilibrio entre honrar su legado y ofrecer algo completamente nuevo, y al mismo tiempo se consolide como una propuesta sólida, emotiva e irresistible.

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La noticia

‘Sangre de mi sangre’ no solo es la precuela ideal de ‘Outlander’, también funciona de forma independiente. Y
trae de vuelta lo que me enamoró de la serie al principio


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Espinof

por
Belén Prieto

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Escrito por Redacción Optima

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